Las lesiones de menisco son uno de los problemas más comunes en la rodilla, especialmente entre deportistas y personas físicamente activas. Los meniscos, dos estructuras cartilaginosas en forma de «C» ubicadas dentro de la rodilla, actúan como amortiguadores entre el fémur y la tibia. Estas lesiones pueden provocar dolor, inflamación y limitaciones en la movilidad, afectando la calidad de vida.
¿Qué son las lesiones de menisco y cómo ocurren?
Las lesiones de menisco se producen cuando uno de los meniscos sufre un desgarro o daño debido a movimientos bruscos, giros repentinos, o incluso por desgaste gradual. Estos problemas pueden variar desde desgarros pequeños hasta lesiones más graves que comprometen la estabilidad de la rodilla.
Tipos de lesiones de menisco
Existen diferentes tipos de desgarros meniscales, que se clasifican según la forma y la ubicación del daño:
- Desgarro longitudinal: Una ruptura que sigue la longitud del menisco.
- Desgarro en asa de balde: Ocurre cuando una parte del menisco se desprende parcialmente, generando bloqueos en la rodilla.
- Desgarro degenerativo: Relacionado con el desgaste por la edad o el uso continuo.
Causas comunes
Las causas de las lesiones de menisco incluyen:
- Movimientos bruscos como giros rápidos o cambios de dirección.
- Impactos directos en la rodilla.
- Actividades físicas de alta intensidad.
- Envejecimiento, que provoca desgaste progresivo del menisco.
Identificar las causas ayuda a prevenir estas lesiones y a abordar su tratamiento de manera adecuada.
Síntomas de las lesiones de menisco
Reconocer los síntomas de las lesiones de menisco es clave para buscar tratamiento temprano. Los más comunes incluyen:
- Dolor localizado en la parte interna o externa de la rodilla.
- Hinchazón que aparece pocas horas después de la lesión.
- Dificultad para mover la rodilla completamente.
- Sensación de bloqueo o inestabilidad en la articulación.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental acudir a un especialista para un diagnóstico preciso.
Diagnóstico de las lesiones de menisco
El diagnóstico de las lesiones de menisco generalmente incluye:
Evaluación clínica
Un fisioterapeuta o médico examinará la rodilla, evaluando su movilidad, estabilidad y sensibilidad al tacto. Pruebas específicas, como la de McMurray, ayudan a confirmar la sospecha de una lesión meniscal.
Pruebas de imagen
En casos más complejos, se pueden solicitar pruebas como:
- Resonancia magnética (RM): Proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos, incluido el menisco.
- Radiografías: Útiles para descartar fracturas u otras afecciones óseas.
Un diagnóstico adecuado garantiza que el tratamiento sea personalizado y efectivo.

Tratamientos para las lesiones de menisco
El tratamiento de las lesiones de menisco depende de la gravedad de la lesión, la edad del paciente y su nivel de actividad física.
Tratamientos conservadores
Para desgarros menores o lesiones degenerativas, los tratamientos no quirúrgicos suelen ser suficientes. Estos incluyen:
- Reposo: Evitar actividades que empeoren el dolor o la inflamación.
- Aplicación de frío: Reduce la hinchazón y el dolor en las primeras 48 horas tras la lesión.
- Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, mejorar la estabilidad y recuperar la movilidad.
Tratamientos quirúrgicos
En casos más graves, como desgarros que afectan la funcionalidad de la rodilla, puede ser necesaria una intervención quirúrgica:
- Meniscectomía parcial: Se elimina la parte dañada del menisco.
- Sutura meniscal: El menisco se repara mediante suturas para preservar su funcionalidad.
La rehabilitación tras la cirugía es fundamental para garantizar una recuperación completa.
Importancia de la rehabilitación en las lesiones de menisco
La fisioterapia juega un papel crucial en la recuperación de las lesiones de menisco, tanto después de un tratamiento conservador como tras una cirugía.
Ejercicios específicos
La rehabilitación incluye ejercicios diseñados para:
- Recuperar la movilidad de la rodilla.
- Fortalecer los músculos del muslo y la pierna.
- Mejorar la estabilidad de la articulación.
Técnicas avanzadas
Además de los ejercicios, se pueden incorporar técnicas como la terapia manual, la electroterapia o la neuromodulación para acelerar la recuperación.
La constancia en el proceso de rehabilitación es clave para volver a las actividades diarias sin molestias.

Prevención de las lesiones de menisco
Adoptar hábitos saludables y seguir recomendaciones específicas puede reducir significativamente el riesgo de lesiones de menisco:
Fortalece los músculos
El fortalecimiento del cuádriceps, isquiotibiales y glúteos mejora la estabilidad de la rodilla, protegiendo los meniscos.
Evita movimientos bruscos
Durante actividades físicas, realiza movimientos controlados y evita giros repentinos que puedan comprometer la rodilla.
Utiliza calzado adecuado
Un calzado con buen soporte y amortiguación reduce el impacto en las articulaciones.
Incorporar estas medidas en tu rutina diaria es fundamental para proteger la salud de tus rodillas.
Cuida tus rodillas y protege tus meniscos con Therapeía
Las lesiones de menisco pueden ser debilitantes si no se tratan adecuadamente. Identificar los síntomas y buscar atención temprana es clave para evitar complicaciones y garantizar una recuperación efectiva. Con el tratamiento adecuado y una rehabilitación bien planificada, es posible recuperar la funcionalidad de la rodilla y prevenir futuros problemas.En Therapeía Fisioterapia y Movimiento, somos especialistas en el tratamiento de las lesiones de menisco. Nuestro equipo diseña planes personalizados que combinan fisioterapia avanzada, técnicas innovadoras y ejercicios específicos para ayudarte a recuperar tu calidad de vida.

